jueves, 30 de enero de 2014

Todo llega.

Supongo que llega un momento en la vida en que te das cuenta. 

Entiendes que no todo son las mariposas en el estómago o la aventura al no saber qué pasará mañana; ser feliz es mucho más. Que con 17 o 18 todas hemos querido eso, incluso a algunas nos ha durado bastante, pero llegará esa etapa en la que valorarás  un mínimo detalle, o el hecho de sí saber que al día siguiente estarás en el mismo punto. Porque la incertidumbre puede hacerte subir a lo más alto, pero la caída duele, te lo digo por experiencia. Porque ahora sé que cuando alguien lo tiene claro no se anda con tonterías; si le gustas te lo hará ver, y eso es así. Adiós a los juegos, las persecuciones y las indirectas, cuando te pase verás que al final todo esto no sirve de nada. Te traerá muchos quebraderos de cabeza, te hará perder el tiempo descifrando cada gesto o una simple frase, para acabar llegando al mismo punto. 

Olvida el tira y afloja, si quieres algo demuéstralo. Aunque luego te vaya mal, la sensación de no jugar por una vez te hará sentir totalmente libre.

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