viernes, 3 de enero de 2014

Lecciones de la vida.

Y al final lo entiendes. Entiendes que en la vida hay momentos para todo, temporadas en las que la suerte te sonríe y sólo quieres que eso no acabe nunca; otras en las que echas de menos ese algo, que reconoces que "podrías estar mejor". Creo que una vez que asumas esto será cuando te levantarás cada día pensando que tienes mil y una oportunidades de ser feliz, que puede darte muchísima envidia la vida del de al lado, pero que ya llegará tu momento. 

Que en las malas rachas también se aprende, que la base de todo es conocerse y valorarse uno mismo, que sin eso estás perdido. Que encontrarás mil piedras con las que tropezar en el camino, pero que lo importante es levantarse mil y una veces. Tener a alguien en quien puedas apoyarte, no rendirse jamás. Que desilusionarse no es tan malo, pero intenta que al caer la noche sólo tengas cosas que te arranquen una sonrisa; porque a la vez que te irán saliendo arrugas irás aprendiendo que todo lo malo pasa, que en la tristeza no merece la pena vivir más de cinco minutos. Que el pasado está ahí para demostrarnos cómo hemos ido evolucionando hasta llegar a convertirnos en quienes somos hoy, que cuando alguien te quiera de verdad no debes dejarlo escapar.

Olvida los juegos, las complicaciones; sé tú misma. Es mejor arrepentirse de cien mil errores que lamentar cien mil oportunidades perdidas.

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