domingo, 30 de noviembre de 2014

Arreglando domingos

Hay domingos y domingos. Puedo decir sin ninguna duda que es el día de la semana en el que más estrepitosamente meto la pata.

Porque son días de quedarte en casa, de demasiado tiempo libre, ahora incluidos el frío y la lluvia, en los que inevitablemente hablamos con gente que no deberíamos, o decimos cosas que no saldrían por nuestra boca un miércoles por la mañana.

Pero creo sin duda que el mejor momento del domingo es cuando lo pones en común con tus amigas y te das cuenta de que no eres a la única que le pasa eso. Y eso te hace sentir muchísimo mejor.

Benditos domingos y benditas las amigas que te los alegran. 

jueves, 20 de noviembre de 2014

Abriendo puertas.

A veces me preguntó por qué te dejé entrar otra vez. Porque ya no era la segunda, ni la tercera, entre nosotros perdimos la cuenta hace ya demasiado. Te abrí la puerta, pero el problema fue que lo hice sin que volvieses a llamar. Ahora me doy cuenta, ahora que por fin conseguí abrir los ojos.

Porque tú nunca llegaste para quedarte. Tú eres un tren que sólo lleva consigo a aquellos que siguen tu ritmo. Tú no te paras por nada ni nadie, y a eso yo lo llamo egoísmo, perdóname. Te dejé que volvieras, o mejor dicho, volví yo otra vez, para demostrarme a mí misma que sí se podía. Que tú y yo juntos éramos un equipo de diez. 

Lo malo vino cuando me giré y me di cuenta que detrás de mí tú no estabas, que ahora seguías delante, tirando para que fuese detrás tuyo. Y no, lo siento mucho, pero por ahí ya no paso. Te seguí durante mucho tiempo porque apostaba por ti y por mí, por dos personas que ponían de su parte para seguir avanzando. Pero cuando me di cuenta de que esto se trataba de que yo diese todo de mí, mientras tú no cambiabas un ápice, sólo podía bajarme del tren.

Y hace falta valentía para dejar a quien quieres, ahora lo sé. Siempre te dije que tienes que saber querer bien, no basta sólo con saber querer. Hay muchas maneras,pero sólo una de hacerlo correctamente. Y me cansé de esperar a ese niño a las puertas del colegio, donde de cada día salías diciendo que lo estabas intentando, que poco te falta para aprobar esa asignatura. La paciencia se agota, y yo llegué a mi límite.

Tranquilo, he aprendido. Paso ya de colegios, como mínimo quiero titulación universitaria. Y máster, si me apuras.

A prueba de balas.

"Imagínate por un momento, solo por un instante, que volvieses a ese punto. Que te diesen una segunda oportunidad de volver a intentarlo. ¿Volverías a hacer lo mismo?

Muchas veces he dicho que lo más importante es ser tú, únicamente tú, en todas las situaciones que nos pone la vida por delante. Nadie dijo que fuese fácil, sólo que tratásemos de intentarlo. Y aquí es cuando me doy cuenta de que en eso no me he equivocado. Que siempre fui yo, hasta las últimas consecuencias. Que quizá ahora no soy capaz de verlo, pero que en un tiempo podré ver que al menos esto me sirvió para conocerme más a fondo.

Siempre he pensado que cada persona que pasa por nuestra vida, consigue sacar una versión de nosotros mismos. Y que somos nosotros los que elegimos qué faceta es aquella que más nos gusta. Reconozco que a día de hoy he aprendido mucho, más de lo que me imaginaba. Que he construido un escudo a prueba de balas, de frases hechas, de promesas que se dicen sin pensar, de planes en los que nunca creíste. Pero, bueno o malo, con todo se cambia. Que quizá fui yo la que me equivoqué en ver algo donde nunca hubo nada. O quizá hubo algo, pero no aquello que yo creía ver. Y de eso también he aprendido. No quiero decir que soy más desconfiada, porque nunca he pensado que eso sea bueno. Pero ahora mismo sí que digo que es bastante necesario. Porque hay gente que, consciente o inconscientemente, te hace daño. Que no puedes darle el privilegio de conocerte a cualquiera, porque hay muchos que no lo saben apreciar. Así que si tuviese que decir algo ahora mismo sería que tengas cuidado de a quién dejas entrar hasta el fondo de ti, lleva siempre tu chaleco antibalas, creo que no me arriesgo mucho al decir que en algún momento te hará falta.

Y que te quiten lo bailo, oye. Te llevas mil recuerdos, buenos o menos buenos, pero creo que somos solamente eso. Cada experiencia vivida, cada persona que pasa, cada aventura en la que nos embarcamos. De todo se aprende, y yo contigo aprendí. Y eso que me llevo."

domingo, 16 de noviembre de 2014

Por los valientes.

"Desde el momento en que se vieron sabían que no iban a poder cumplir las reglas. Que los secretos tenían mucha más emoción.

La suya era una historia con pocas posibilidades de que se hiciese realidad, no vamos a engañarnos. Pero aún así ellos seguían ahí, pensando que quizá llegaría el día en que fuese un poco "menos imposible".."

Y cuando me contaban esto me daba cuenta de que hay gente en el mundo que no se rinde. Y a la que no le gusta hacer o comportarse cómo se supone que debe ser. Y eso me gusta. No soporto la gente siempre correcta, la que nunca se equivoca. Vivan los valientes que se arriesgan, sabiendo que no siempre puede salir bien. Los que siguen pensando que un día lo conseguirán, y entonces se sentirán mucho más orgullosos de sí mismos que todos esos que no prueban por miedo a caer.