domingo, 1 de diciembre de 2013

Tal vez te acuerdes de mí.


Tres semanas. 21 días. A ratos me parece que hace siglos de ese domingo, otros sin embargo lo recuerdo tan bien que me parece que fue ayer. Me acuerdo que tuve que ser yo la que te preguntó por qué todos sabían algo que yo desconocía, y me acuerdo también de esa cobardía tuya, tanta que tuve que preguntarte yo si lo que querías realmente era ponerle fin a "lo nuestro". Y digo "lo nuestro" porque ahora mismo no sabría decir que fue lo que tuvimos.

Ayer hablando con una amiga, llegábamos a la conclusión de que lo peor que te puede pasar con una persona es acabar sintiendo decepción, y que más tarde llegue la indiferencia. ¿No os parece muy triste, cuando has querido a alguien, que te acabe sin importar que hace con su vida? Pues ahora mismo yo he llegado a ese punto. Y de verdad que preferiría estar triste, llorando por las esquinas, que llegar a sentirme tan decepcionada como estoy contigo.

A día de hoy, no sé nada de ti; pero créeme cuando te digo que no lo echo de menos. Me has fallado tanto, llegué a esperar tanto de ti, que ahora creo que me he quitado un gran peso de encima. Duele sentirse así, y a veces desearía seguir contigo, pero si algo me has enseñado con tus actuaciones ha sido que si no empiezo por quererme yo, no lo va a hacer nadie. Así que aquí estoy, aprendiendo a quererme bien.

Te dije que espero poder desearte algun día que la vida te trate bien, pero sabes que no miento; quiero que sufras un poquito más, que te dés cuenta de que así no se puede seguir, y que de cara a la siguiente sepas tratarla como cualquier Chica (con mayúscula) se merece. Ahora mismo sólo estoy contenta pensando que, si después de 21 días siento esto, quiza en unos meses los malos recuerdos se esfuman y sólo me acuerdo de nuestras bromas que nadie más entendía, de tu manera de mirarme, de nuestras discusiones en tres idiomas a la vez y de esos días juntos que aprovechamos como si fuesen años. 

Recuerdos. Eso es todo lo que nos queda al final del camino. Eso es lo que somos.
"Elija bien. Lo único que nos queda son los recuerdos. Al menos que sean lindos, ¿no?"
Recuerdos. Con ellos nos debe valer, bastar y sobrar.






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