martes, 3 de diciembre de 2013

Hoy&Ahora: Vive.

Alguien me dijo una vez que todo se compone de temporadas muy buenas, otras poco interesantes y otras menos buenas. En cada una aprendemos unas cosas, otras nos enseñan aquello que nunca querríamos haber aprendido. Sin embargo ,creo que lo que más nos puede ayudar siempre es tener a nuestro lado a esa gente que te muestra qué es lo que más te conviene, y está ahí para sujetarte cuando decides separarte del camino correcto, y acabas tirada en la cuneta, con heridas y llena de barro. Pues el otro día, una de esas personas que llegan muy de repente y en poco tiempo se hace un hueco pequeñito en ti, me hizo ver una cosa en la que nunca había caído. O quizá es que nunca me había planteado nada desde ese punto de vista. 

Estábamos hablando de relaciones, para variar. Sí, estoy muy monotemática últimamente, lo sé. Me explicaba que en la vida no todo es cuestión de mirar las cosas con una perspectiva de futuro, a largo plazo. A ver si me explico bien, que dicho así suena un poco extraño. Cuando empezamos algo con alguien/estamos en proceso de empezarlo/llevamos 3 años y 9 meses juntos; todos siempre estamos buscando una cierta seguridad de que eso va a continuar en el futuro. Esto es cierto, y suena bastante obvio. Sin embargo, esta persona me decía que no tiene por qué ser así siempre. Que tú, si te apetece, no tienes que buscar esa seguridad; quizás a veces lo mejor que te puede pasar es simplemente eso: Que ahora mismo está pasando. ¿Qué más da si a primera vista parece que no puede haber un futuro claro? ¿Vas a perder por eso la oportunidad de disfrutarlo el tiempo que dure?

No me estoy refiriendo con esto a estas aventuras de dos o tres días. Que todo puede ser, pero no es eso lo que mi amigo trataba de explicarme. No, sólo quería hacerme ver que hay veces en la vida en que algo llama a tu puerta para que lo aproveches al máximo, como si cada minuto fuese el último, como si cada día tuviese que valer por tres. Que hay situaciones en las que es mucho mejor no plantearse qué es lo que puede pasar, o si desde el principio tiene la fecha de caducidad escrita en grande. Nunca se sabe qué es lo que puede pasar, a dónde nos va a llevar la vida, o si todo da un giro de 180º y tus peores miedos desaparecen.

Sinceramente, este planteamiento me parece un poco complicado para personas como yo. Me encanta vivir el momento, pero me da un miedo terrible saber que hay un 90% de posibilidades de que al subirme a este tren, acabe cayendo al precipicio. Una vez dije que se trataba de vivir al límite, sin preocuparme de "¿Qué pasará pasado mañana?" o del qué diran. Ahora puedo demostrarlo. Sólo hay que olvidarse de esas malditas seis letras que forman ese futuro y disfrutar de este momento.

-"Me da miedo arriesgarme, ¿Y si sale mal?
- Ya, pero ¿Y si sale bien?"

No hay comentarios:

Publicar un comentario