martes, 10 de diciembre de 2013

10-N.

Un mes. Cuatro semanas. Treinta días.

Hoy es nuestro primer aniversario, pero al revés. Hoy hace un mes que decidiste ponernos fin, que ya no querías quererme más. No voy a mentirte, en un día como hoy, un millón de recuerdos vienen a mi cabeza. Me acuerdo de la primera vez que te ví, de cuando tres horas más tarde te mandé un sms desde el único punto de la calle donde encontré wifi, y que tú me respondiste al minuto. Me acuerdo de llegar de esas vacaciones, encender el móvil y ver que me habias escrito todos los días, de nuestras primeras conversaciones, de esa noche que confesaste no querer perder el tiempo, que a ti te iban las cosas serias.

Y míranos ahora. Si me llegan a decir hace un mes que hoy estaríamos así, nunca me lo hubiese creído. Parecíamos perfectos; pero me doy cuenta de cuánto engañan las apariencias. Lo parecías, desde luego, y al final has resultado ser un completo desconocido. Hoy no va a ser fácil, y sólo quiero que este día que acaba de empezar acabe pronto. Sí, lo siento, recordarte todavía duele.

Quiero quedarme con lo bueno que pasamos que, aunque hoy me cueste bastante verlo, fue mucho. Me enseñaste que en la vida hay que arriesgarse, que mucha gente puede sorprenderte y decepcionarte, pero que de todo puedes sacar algo que te arranque una sonrisa. Sonreír hoy quizá va a ser difícil pero no me importa, tu herida no se ha cerrado del todo, pero eso significa que me marcaste más de lo que me gustaría reconocer. Ese es un privilegio que no concedo a muchos, siéntete orgulloso.

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