martes, 19 de noviembre de 2013

M.





Me cuesta encontrar la manera de empezar a escribir sobre ti. Muchas veces cuando me preguntan digo que eres "mi otro yo". Y es que realmente tengo la sensación de que no podía haber tenido más suerte. Creo que eres tan especial que no encuentro el mejor adjetivo para describirte. Sólo puedo decir que, a día de hoy, no sabría que hacer si no te tuviese. Y no, no quiero que suene a típico ataque amoroso, como cuando dos mejores amigas de pequeñas se prometen que siempre serán BFF, que jamás podrán separarse la una de la otra. NO, contigo es distinto.

Nos guste o no, podremos estar más unidas o sin hablarnos años, pero siempre nos tendremos ahí. Y eso es lo buenísimo de la familia. Pero lo que realmente me hace sentirme la más feliz del mundo muchas veces es saber que poquisíma gente me entiende como tú. No, no exagero. Creo que con nadie me siento tan cómoda hablando de TODO, con nadie he compartido tantas cosas, desde mil noches de fiesta (a cada cual mas surrealista) hasta terribles momentos de bajón, donde sólo el que estuvieses ahí para mi significaba un mundo.

Así que gracias Macs. No se me ocurre nada mejor que decirte. Gracias por nunca, nunca, nunca juzgarme en nada. Gracias por escucharme, por intentar animarme, por poder tener conversaciones interminables sin cansarnos, por ser la persona con la que iría a cualquier sitio sin dudarlo un segundo. Gracias por ser tú, sólo eso.

No cambies nunca, por favor. Y si decides cambiar, escaparte a cualquier rincón del mundo, no lo dudes: Haremos eso con lo que alguna vez hemos soñado, llegaremos al aeropuerto y pediremos "dos billetes para el primer avión que salga, por favor". Sea donde sea, llévame contigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario