lunes, 24 de febrero de 2014

Hoy quiero darte los buenos días

Hoy me he levantado con mucho mas sueño de lo normal. No he dormido nada, mi madre me pregunta y soy incapaz de decirle que he soñado contigo, que por eso no puedo hoy casi ni abrir los ojos. Pesadilla mejor dicho, nada de sueño. Y no es que pasase nada malo, pero para mí la sensación de que apareces ya es mala señal. 

Porque ha pasado ya mucho tiempo, pero sigo pensando en ti, No como lo hacía antes; yo empecé hace ya mucho a vivir mi vida, pero tu sombra sigue ahí. Porque es asqueroso, pero por más que veo a gente creo que nadie te supera. Porque las comparaciones son odiosas, y más cuando siempre sales ganando. Y ahí es donde yo me preocupo, ¿Cómo no va a haber nadie mejor que tú, que me has hecho más daño que nadie hasta ahora? ¿Voy a tener siempre tu recuerdo, persiguiéndome y recordándome esa etapa en la que fui tan feliz?

 Porque esa es otra cosa; creo que te quiero tanto porque, aunque viviese engañada, conseguías que tuviese ganas de salir de la cama, de empezar el día sólo para hablar contigo. Que sé que para otros eso no vale nada, pero siempre valoré cosas insignificantes a los ojos del resto. Que quizá quiero dejar de soñar contigo para aceptar que no voy a encontrar a nadie como tú. Será más alto, más guapo o con menos gracia (todavía) al vestir, más cariñoso o menos sincero... Pero nunca como tú. Que te convertiste en esa persona que se enquista, que sé que vivirás siempre conmigo, pero que lo nuestro jamás volverá a ser. De eso me doy cuenta, y me cuesta sonreír. 

Y desde la distancia, hoy mayor que hace unos días, que te tenía conmigo, te deseo los buenos días.

No hay comentarios:

Publicar un comentario