sábado, 22 de febrero de 2014

Caradura, pero con clase

Te pido que me esperes abajo, que no quiero tener ese momento incómodo de encontrarte en tu cuarto. Conforme voy yendo para allá quiero darme la vuelta mil veces, me repito a mi misma que nadie va a salir de esto impune, que quizá sería mejor reprimir mis ganas de verte y encerrarme en casa. Pero me conoces bien, y sabes que soy incapaz de no verte. Y voy acercándome y creo verte ahí a lo lejos. Y sólo pienso lo distinto que te recordaba; estás más alto, más mayor. Y eso que sólo han pasado cuatro meses... Somos iguales, no nos sale ni darnos ni un beso ni un abrazo; me preguntas que quiero hacer, y con tu voz mucho más ronca de lo normal se rompe el silencio.

Sabes que sólo he venido para quedarme tranquila, porque no quiero tener dentro de mí siempre tantísimas dudas. No quiero tu cariño, ni tu perdón, y te aclaro mil veces que no quiero que te hagas la víctima. Somos mayorcitos, yo no sé muy bien por qué estás aquí, pero sí sé por qué lo estoy yo. No podía dejar pasar la oportunidad de pasar un rato contigo, necesitaba despedirme de una vez por todas de ti y esa sonrisa que durante tanto tiempo me hizo perder la razón. Es raro, pero mientras tú hablas a mí me sale reírme; y es que alucino con tu caradura, y no puedo parar de repetírtelo. No entiendo cómo eres capaz de decirme todo lo que me dices, sin cambiar el gesto y cómo si estuviésemos hablando del menú del día. Te quiero y te he querido, pero también soy capaz de decirte que tienes un problema grave. Que me ataré a mi cama si hace falta, pero no quiero llamarte para que vengas a verme. Y no por cortar con este triángulo amoroso que parece salido de un guión de ciencia ficción, sino por mí misma. Quiero seguir con mi vida anterior a conocerte, asumir que esto se ha acabado, que no volveré a verte ni a escuchar tu voz. Que hubiese hecho todo lo posible porque lo nuestro saliese bien, pero ahora sé que nunca hubo algo "nuestro" tal y como me imaginaba. Que no quiero ser la aventura de nadie, aunque sabes que siempre serás especial. Quiero cumplir uno de mis propósitos para el 2014, y aprender a vivir sin ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario