viernes, 30 de mayo de 2014

Tonta entre los tontos.

"Tú no eres para mí". Recuerdo que cuando empezó a sonar esta canción yo la cantaba a todas horas. Quizá no se la dedicaba a nadie en especial, pero me encantaba ir cantándola por todos los espejos de la casa.

Y ahora pienso que ayer, cuando me levanté, la música volvía a sonar en mi cabeza. Y me pregunté si sería cierto, si realmente tú no eres para mí. Incluso el más tonto podría decirme que sólo me hace falta abrir los ojos para responder a mi pregunta. Pero yo soy peor todavía, y pienso que los que no se enteran son ellos. Porque puede ser que las señales digan eso, pero al mirarme dices todo lo contrario. Siempre he sido de las que pensaban que transmite mucho más lo que no se dice, que lo que se llega a decir. Porque de tu boca pueden salir muchas cosas, pero los ojos no mienten. Así que, me conoces, no me creo las opiniones ni los consejos de la gente; soy de esas que necesitan empotrarse sola  contra el muro.

No me importa cómo sea el choque, sé que nunca podría llevar la cabeza alta si supiese que no hice todo lo posible por intentarlo. 

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