jueves, 15 de mayo de 2014

Cerrando heridas

"A veces no sé si meter el dedo en la llaga es la única forma de cerrar la herida..."

Esta frase no puede ser más cierta. Y es que muchas veces creo que recordar es la única manera de olvidar. No creo en absoluto en la filosofía de quemar el libro y tirarlo a la hoguera nada más acabar su última página. Creo que lo mínimo que puedes hacer es dedicar un poco de tiempo a cerrar la tapa con cuidado, buscarle un buen sitio en la estantería y luego elegir qué libro va a ser el siguiente. Pero no hay ninguna prisa. Es más, creo que cuánto más rápido vayas peor vas a elegir.

Así que hazme caso, aunque a veces parezca doloroso, meter el dedo en la llaga y enfrentarte a la realidad es la única manera de curar esa herida. Las tiritas no sirven de nada, al final se acaban cayendo. Hace falta ser valiente, no digo que no, para poder mirar de frente a esa historia, convivir con ella y aceptar, de un modo u otro, su final. Pero alguien dijo una vez que ser valiente es la única manera real de vivir. Nadie habló de que fuese fácil o difícil. Simplemente se trata de que vivas, como tú quieras. Te equivocarás mil veces, y habrá días en que sólo quieras borrar algunos recuerdos de tu cabeza, que desees volver atrás para actuar de otra manera y no volver a hacer como lo hiciste. Sin embargo, sería raro que no tuvieses esos días. No te preocupes, después de un día malo vendrá otro muchísimo mejor. Se trata sólo de creérselo y seguir viviendo.

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