miércoles, 3 de diciembre de 2014

Si te vas no vuelvas.

"Todo llega y todo pasa."

 No sé que pensáis, pero a mí me parece una frase bastante fea. No sé quién la dijo por primera vez y quién empezó a creérsela, pero a mí no me gusta. 

Será por esa vena masoca que me sale de vez en cuando, pero no me gusta que las cosas tengan un final. Nunca me he imaginado cómo sería todo si nadie saliese de nuestras vidas, si lo bueno o malo siempre estuviese ahí. Pero tengo muy claro que no me gusta que las cosas pasen. Os digo que me cuesta asumir este tipo de cambios. 

Y aquí viene mi problema. Ya no es sólo que las cosas se acaban y yo tardo mi tiempo en reaccionar, es que imagínate mi lío mental cuando aquello que había acabado ya, con un final bastante tormentoso, de repente vuelve a aparecer. No, perdona, NO. Llámame cabezota, pero las cosas, al menos para mí, no funcionan así. Si dicen que "todo llega y todo pasa", que sea de verdad. Que luego acabo yo que ya no sé ni qué pensar, y así me va. 

Así que siento ser tan clara, pero te recuerdo que siempre valoraste mi sinceridad. Y no, te lo agradezco, pero no. Me encanta que hayas vuelto, me encanta ver que tenía razón cuando te decía que todo acaba siempre volviendo y que no iba a ser yo, pero hasta aquí. Me encanta que te arrastres, que me pidas perdón, no soy tonta. Pero eso no significa que quiero que vuelvas. Creo que me entendiste bastante bien, hablamos directamente y en tu idioma, así que no valen excusas.

Quizá va siendo ya hora de que me crea de una vez por todas que "todo pasa", así que déjame intentarlo. Y para eso, agradecería que no me preguntes cada día si estoy bien. Quizá así sería un poco más fácil.

No hay comentarios:

Publicar un comentario