domingo, 30 de noviembre de 2014

Arreglando domingos

Hay domingos y domingos. Puedo decir sin ninguna duda que es el día de la semana en el que más estrepitosamente meto la pata.

Porque son días de quedarte en casa, de demasiado tiempo libre, ahora incluidos el frío y la lluvia, en los que inevitablemente hablamos con gente que no deberíamos, o decimos cosas que no saldrían por nuestra boca un miércoles por la mañana.

Pero creo sin duda que el mejor momento del domingo es cuando lo pones en común con tus amigas y te das cuenta de que no eres a la única que le pasa eso. Y eso te hace sentir muchísimo mejor.

Benditos domingos y benditas las amigas que te los alegran. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario